domingo, 13 de abril de 2014

Sobre el Amor Incondicional


El amor incondicional, es amar sin condiciones, sin pedir ni exigir nada a cambio, ya sea en una relación de pareja, familiar o de amistad.

 Este tipo de Amor, es hoy por hoy y para muchas personas una utopía, para otros, una meta con rumbo fijo que desean alcanzar.
 Para ello, para ir de la emoción del QUERER, al sentimiento de AMAR, necesitamos saber y tener un mapa de ruta, y como en todo mapa , debemos esclarecer de forma inequívoca el punto de partida, donde estoy y hacia donde quiero ir. Es interesante escudriñar la diferencia entre QUERER y AMAR, independiente del uso coloquial que le demos a estas dos palabras, ya que eso no es lo importante, lo que vale, es la carga emocional, el sentir interno que las acompaña.

QUERER es amar con condiciones, luego no amas, solo quieres….y querer siempre indica posesión, frases típicas como “Te Quiero” y que utilizamos en la vida cotidiana, son manifestaciones verbales de esa forma de sentir, en donde solemos QUERER porque nos dan algo a cambio, y en el momento que dejan de darnos , nos sentimos mal y sufrimos.

Frases como “ me haces feliz”, “ te necesito”, “ tú me completas, eres mi media naranja”, muestran seamos consciente o no, una carencia afectiva, un vacio interior, que no vamos en este artículo a desvelar o analizar su origen, que lo tiene por supuesto ya que todo tiene una causa.
 En ese vacío interno, el Ser se siente incompleto, siente la necesidad de ser querida y de querer, sentimos en el fondo de nuestro ser, esas carencias emocionales, que nos falta algo, hay en muchos casos un miedo profundo a la soledad, muchas personas también viven con la creencia de que a ciertas edad, si no están casadas y con hijos, han fracasado en la vida, la sociedad ha contribuido enormemente a vendernos el cuento del príncipe azul, y la realidad es que todavía hay pocas princesas y por supuesto exceso de ranas (príncipes) por la que el castillo (relaciones) se desmorona fácilmente.

A nivel emocional y sentimental aún estamos en pañales, bebiendo leche materna y aprendiendo en esta guardería que llamamos Tierra.
Esto no es ni bueno ni malo, simplemente ES, y al igual que el gusano se convierte en mariposa, nosotros algún día, aprenderemos a AMAR, el camino no tiene porque ser un valle de lágrimas, ser consciente de donde estamos y adonde queremos ir, es el mejor compañero de viaje.

Como decíamos, cuando encontramos a alguien que cubre ese vacío existencial surge el enamoramiento, en donde al principio todo es estupendo, el amor es ciego, las dos personas muestran su mejor cara siendo la relación como una partida de Pocker, ya que nadie quiere mostrar todas las cartas. Pero cuando esa primera etapa, hermosa y necesaria en el momento evolutivo en el que estamos, finaliza, es cuando comienza la verdadera relación……..

 Normalmente, uno de los dos, el más dependiente emocionalmente comienza a demandar más atención de su pareja o cónyuge, o intenta hacerlo cambiar, moldearlo a su antojo como un alfarero moldea su pieza de barro y la hace a su gusto, todo ello para que siga cubriendo sus propias necesidades afectivas, intenta cambiar aquellos “defectos” que antes no veía en la etapa de enamoramiento y que ahora, al quitarse la venda, tanto le molestan. Comienzan los miedos y las inseguridades, el sentimiento de pánico a perder al ser querido, miedo en realidad a volver a quedarse incompleto/a. Comienza las frases como “ya no me quieres como antes” “ antes me querías más” “ siempre me dejas sola” “ no tengo apoyo de ningún tipo”.

En muchas ocasiones, la atención es la misma o parecida, lo que aumenta es la demanda del más débil emocionalmente, que exige más cuidados y atenciones sin pararse a pensar si quiera, en las necesidades de su pareja.
Por eso QUERER, es posesión, y el miedo a perder nuestro tan valioso tesoro, nos hace en el fondo egoístas dentro de la pareja, ya que en la mayoría de las ocasiones, pensamos en nosotros mismos antes que él/ella o en la pareja misma como una unidad. Buscamos con cada acción, aunque externamente parezca que lo hacemos por nuestro cónyuge, nuestro propio equilibrio emocional. Al final, la relación se rompe, después de un largo deterioro, y volvemos a comenzar el ciclo, pero con más miedo aún en muchos casos por la experiencia vivida y eso hace que seamos aún más posesivos o que por el contrario rehuyamos las relaciones serias por miedo a sufrir.

 Todo esto es producto de QUERER NO DE AMAR- AMAR es COMPARTIR, QUERER es COMPLETAR, se completa lo que está vacío, se completa donde falta algo. AMAR ES COMPARTIR, ES AÑADIR , ES SUMAR, ya no se completa, se complementa, porque los dos seres están llenos. “ No puedo vivir sin ti” sería una frase de una persona que quiere a otra, “ Sin ti soy feliz, pero contigo soy más Feliz aún” sería una frase de alguien que ama a otra.

 ¿ Por qué?

 Porque para AMAR a alguien con mayúsculas primero hay que amarse a uno mismo, si esto no ocurre buscaremos a alguien que nos QUIERA, Y LLENE NUESTRO VACÍO.

QUERER es una emoción y su dual es el odio, es el mismo tipo de energía pero de polo opuesto, por eso es tan fácil en las rupturas pasar de querer a odiar, y esto lo vemos cada día.

El AMOR es un sentimiento, no tiene dual, es una energía de alta vibración, es la aceptación de todo lo que ocurre, de todo lo que hay y existe, y necesita de COMPRENSIÓN.

No se puede AMAR SIN COMPRENSIÓN, NO SE PUEDE AMAR SIN SABIDURIA.
 El AMOR, es una virtud divina, es un estado de conciencia de 5º dimensión, nosotros estamos en 3º dimensión en donde se QUIERE, NO SE AMA.
 Se AMA PORQUE HAY SABIDURIA PARA AMAR. Si no comprendemos a nuestros padres, a nuestra pareja o a cualquier persona, no podremos amarlos realmente, porque en donde hay AMOR , no hay crítica, ni juicio alguno, no hay miedos, inseguridades ni apegos

 Saber esto, entenderlo e integrarlo en nuestras vidas poco a poco, es el primer paso para cruzar el río, para pasar de la ignorancia a la sabiduría, del sufrimiento a la felicidad, de la esclavitud a la libertad, de QUERER, A AMAR SIN CONDICIONES…….LO BONITO ES SABER QUE SOMOS NIÑOS PEQUEÑOS APRENDIENDO A AMAR, Y QUE AL IGUAL QUE LOS NIÑOS SE ENFANDAN UNOS CON OTROS Y SE PELEAN, TIENEN LA CAPACIDAD DEL PERDÓN Y SE LEVANTAN RÁPIDO CON UNA SONRISA PARA CONTINUAR JUGANDO, Y POR ESO APRENDEN TAN RÁPIDO, PORQUE NO TIENEN MIEDO A CAERSE. SEAMOS NIÑOS DE NUEVO Y APRENDAMOS RÁPIDO EL AMOR.
 José Manuel Alarcón Solar

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