Es a través de la meditación que le permiten a su Yo interior expresarse y alcanzar su florecimiento total. Este es el medio mediante el cual pueden liberar este ser misterioso, sutil, de forma que pueda observar en todo lo que existe en el espacio infinito, y luego reproducirlo en el plano físico. Por supuesto, muy pocas veces estamos conscientes de las realidades que este ser observa, pero si continuamos haciendo estos ejercicios regularmente y a menudo, poco a poco éstas alcanzarán nuestra conciencia, y constituirán un tesoro interior que siempre estará con nosotros.’
Para comenzar
‘Es esencial que entiendan la importancia de la meditación y, sobre todo, que entiendan que si sus meditación han de tener frutos, deben vigilar sus pensamientos, sentimientos y actos. En otras palabras, vigilar toda su forma de vivir. Comiencen por meditar sobre temas simples, fáciles, y gradualmente, pueden avanzar a cosas más sublimes y, un día, todo su trabajo se enfocará en volverse un instrumento en las manos de Dios, a fin de establecer Su Reino en la Tierra. No hay nada más divino o más glorioso que esto. Esto es el cumplimiento perfecto de la ley divina, la perfección de la sabiduría’
“Meditar es primero y ante todo, concentrarse en un tema espiritual con el objetivo de unirse a un mundo más elevado.”
Omraam Mikhaël Aïvanhov – Extracto de una conferencia dada el 19 de Agosto de 1984.
‘Deben aprender a disfrutar la meditación. La meditación se debe volver una necesidad en ustedes, en sus mentes, corazones y voluntades. Se debe volver un placer sin el cual la vida es insípida y sin sentido. ¡Deben anticipar con impaciencia aquellos momentos cuando puedan, al fin, sumergirse en la Eternidad y beber el Elíxir de la Inmortalidad! Deben ser como un ebrio que piensa en nada excepto su vino y, cuando llegue el tiempo de meditar, sus reacciones deben ser: “¡Al fin! Mi alma, mi espíritu, mi corazón es libre de abrazar al universo entero por unos pocos momentos. ¡Libre para estar cara a cara con la Inmensidad!”
Meditación al Amanecer
Meditar al amanecer, ante la presencia viva del sol naciente, es el método que el Maestro insistió en que todos los discípulos practicaran: está en el corazón de su Enseñanza. Le dio el nombre de “Surya Yoga” del Sánscrito, “Yoga del Sol”, y es practicado en todos los centros de la Fraternidad entre los equinoccios de Primavera y otroño. Los rayos del sol y el “prana” que está presente en el aire al amanecer, puede renovarnos y transformarnos.
Al concentrar gradualmente todos nuestros pensamientos y fuerzas en el sol, el centro de nuestro sistema solar, gradualmente reforzamos nuestra conexión con nuestro espíritu, el centro de nuestro propio ser. De esta manera, se forma un puente entre nuestra naturaleza superior y nuestra naturaleza inferior, permitiendo que se establezcan vías de comunicación .
El sol es el centro de nuestro sistema solar: al armonizar con el sol cuando se eleva, nos estamos uniendo a nuestro Yo Superior, que es nuestro sol interno, y entonces despertamos con éxito partículas de este Yo Superior, que proyectan sobre nosotros elementos extraordinarios.
‘Cada mañana, cuando asisten al amanecer, no piensen en dada excepto renovarse a ustedes mismos. Dejen todo lo demás a un lado, todo lo que es antiguo y enmohecido, para que de una vez por todas reciban esta nueva vida y entren en comunicación con la gran corriente viniendo desde el corazón del universo. En primavera, los rayos de la mañana les envían todas las energías y estímulos que necesitan por el resto del año. No dejen que les pasen por el lado sin beneficiarse de ellos. Ábranse a estos rayos y permitan que pasen a través de ustedes las fuerzas de la luz, la alegría y la resurrección.’
Meditación con Música
La meditación colectiva en los centros de la Fraternidad, comienza con 10 o 15 minutos de música inspiradora, usualmente piezas corales de grandes compositores clásicos como Mozart, Haydn y Beethoven. La música es una ayuda para la relajación, y estimula el trabajo de la imaginación, permitiendo que todos los presentes proyecten imágenes luminosas, beneficiosas, por el bien de su entorno inmediato y por el bien de la humanidad.
‘Aprendan a trabajar con música para enriquecer sus vidas espirituales. Una vez que sienten que una pieza de música les purifica, les fortalece, les da mayor claridad mental y les permite modificar y unir los elementos de su vida interior, intente hacer uso completo de ello. Sostengan una imagen noble, una revelación o un pensamiento en sus corazones, mentes y almas, y la música estará ahí para ayudarles, para guiarles, y proyectarles hacia el Cielo.’
El ‘Láser’ de Meditación
Las reuniones incluyen un corto período de meditación intensa y silenciosa, durante las cuales todos los presentes se unen para concentrarse sobre la misma imagen, una luz blanca cegadora, o el sol. El Maestro llamó a este tipo especial de meditación “el láser”.
Cuando la meditación de todos se concentra en una sola imagen al mismo tiempo, también vibran en la misma frecuencia de onda, como un láser, y por lo tanto proyectan una luz más poderosa. Al proyectar luz hacia el mundo, podemos contrarrestar fuerzas y corrientes negativas.
Este tema se expone en:
