El proceso Big Mind ha sido desarrollado por el Maestro Zen Dennis Genpo Merzel después de treinta años de practica formal de Zen
y veinticinco años como maestro de esta vía. La técnica proviene tanto
de la tradición psicológica occidental como de la tradición Zen oriental. La técnica Big Mind
es una forma muy simple, pero poderosa y rápida, de ayudar a una
persona cambiar de perspectiva y encontrar la sabiduría que un meditador
puede tardar muchos años en conseguir. Después de experimentar este
cambio, es necesaria la practica continua de la meditación para
profundizar en esa realización
Dennis Genpo Merzel empezó a trabajar con la terapia Gestalt en 1967 y en 1983 empezó a estudiar la técnica del dialogo de voces junguiano, bajo la guía de Hal y Sidra Stone. En 1999, después de una larga experiencia enseñando Zen tradicional y trabajando con grupos usando el dialogo de voces, Genpo Roshi
desarrolló un método para trabajar con la gente que unía las
aproximaciones de oriente y occidente. Trabajando tanto con sus
estudiantes, tanto en el Zen
“tradicional” como la exploración con técnicas terapéuticas
occidentales, fue capaz de descubrir una manera de permitir a la persona
apartar su ego y descubrir su naturaleza real o “Big Mind” (Gran Mente).
Han tenido que pasar 2600 años desde la realización que el Buda
tuvo de la Gran Mente para que la humanidad llegara a la presente
encrucijada. Ahora Oriente y Occidente se están encontrando y gran
número de personas están preparadas para apreciar ambas sabidurías. El
poder de la técnica Big Mind es que permite a los participantes realizar un cambio rápido y sin sentirse amenazados de una posición estrecha y egocéntrica a una perspectiva abierta, clara y libre que permite identificarse con todas las personas y las cosas.
La técnica Big Mind
funciona en cualquier occidental abierto al proceso. Puede usarse para
trabajar sobre uno mismo u otras personas para sanar perspectivas o
comportamientos problemáticos, permitiendo a la gente asumir más
responsabilidad de su vida y elecciones. También sirve para incrementar
la compasión, y la capacidad de identificarse con todos los seres sintientes. Finalmente, cuando se usa adecuadamente, le permite a uno acceder a una perspectiva más allá del ego a voluntad en la vida diaria, y funcionar libremente en situaciones de la vida ordinaria, con menos apego al ego.
“Mi amigo Genpo Roshi ha desarrollado una serie de instrucciones” para
señalar”, que son más efectivas que ninguna otra cosa que conozca para
permitir a las personas un atisbo de la Gran Mente. Recomiendo este
trabajo incondicionalmente.
No es necesario decir que toda apertura necesita ser seguida por la
práctica, pero para esta apertura inicial, el proceso es muy efectivo.
Por favor, aprovéchelo, no se decepcionará”
—Ken Wilber
Entrevista a Genpo Roshi
La búsqueda de la Gran mente
Genpo Roshi es el líder espiritual de miles de Budistas Zen en el mundo.
El es también el líder del Centro Kanzeon de Salt Lake City. Es un
americano de nacimiento, budista chino de entrenamiento; Genpo Roshi ha
estado buscando durante más de 20 años maneras para reconciliar el
budismo oriental con la mente occidental. El pasado junio, se dio cuenta
de que había encontrado una forma. Genpo Roshi (Genpo significa “dharma
misterioso” , Roshi significa “maestro venerable”) ha desarrollado una
nueva forma de meditación que él llama Gran Mente. Es el resultado de la
unión de la meditación budista y la psicología Jungiana, que ofrece un
acceso casi instantáneo a lo Universal o “Gran mente”. Aquí el responde
unas pocas preguntas acerca del papel de la experiencia mística en el
camino de la iluminación.
¿Qué es Big Mind?
Es una técnica de meditación que es básicamente un matrimonio entre la
terapia del oeste y la práctica zen. Permite a una persona dar un paso
fuera de su ego y tener una experiencia mística o entrar en la mente
universal, lo que comúnmente llamamos iluminación, autorrealización,
mente de Cristo o mente de Buda. La humanidad ha estado buscando un
camino de acceso a este estado durante 2500 años, y ahora hemos
encontrado una manera de hacerlo que funciona con todo el mundo,
incluyendo aquellos que no son practicantes Zen.
¿Cómo lo desarrollaste?
Cuando empecé con mi práctica del Zen, leí un artículo de Carl Jung en
el que decía que aunque él tenía un gran respeto por el budismo, no era
la correcta aproximación para la mente de occidente, y esto siempre
había estado en el fondo de mi cabeza, incluso cuando estudiaba y
enseñaba las enseñanzas tradicionales durante más de 30 años. Luego, en
1983, empecé a estudiar con un hombre llamado Hal Stone, un analista
Jungiano que ha creado una técnica terapéutica que llama Diálogo de
Voces. Empecé a experimentar con ello, encontrando la manera de
integrarlo con la tradición Zen.
Hace cinco años, atravesé una apertura personal cuando me di cuenta de
que era el momento de que integrara mi herencia como un occidental que
tiene un cierto bagaje en psicología. Supe que Hal me había tendido una
llave para ayudarme con esto, y que a lo largo de los años he estado
experimentando en ver qué puertas podría abrir esta llave, y encontré
que abría muchas. Lo que no me día cuenta hasta junio, fue que la llave
no abría no solo abría cualquier puerta, sino también la puerta, la que
hemos estado buscando a lo largo de miles de años, la puerta sobre la
que versa toda la práctica del Zen.
¿Qué repercusiones tiene esto para la tradición budista?
Desde mi primer experiencia de despertar en 1971, he estado buscándolo.
Quería compartirlo. Transformó mi vida, fue como despertar de un sueño
profundo. Pero me di cuenta antes de que pudiera compartirlo, necesitaba
hacer mi trabajo, enraizar mi ego a la tierra, y me ha llevado años el
proceso.
Cuando me di cuenta de que Hal me había dado la llave que funciona para
la mente occidental, una de las cosas que podía permitir a cualquier
persona es tener una experiencia de autorrealización, ello hizo estallar
mi mente. Durante 2500 años, los maestros Zen, han intentado llevar a
los estudiantes hasta ese punto, utilizando varias técnicas, pero
siempre ha sido una situación azarosa, una persona podría estudiar
durante treinta años, y no conseguirlo nunca. Lo que es excitante para
mí del Big Mind como maestro, es que ahora todos mis estudiantes pueden
recibir mi enseñanza, y no es como algo que viene desde fuera de ellos,
del exterior, sino que ellos están en el espacio desde donde lo de
dentro emerge.
Siento que estamos en un punto de inflexión en la tradición budista en
que se han encontrado Oriente y Occidente. Cuando hemos tenido maestros
de oriente enseñándonos, no era un verdadero encuentro entre oriente y
occidente, el encuentro es en aquellos que occidentales que han
practicado con maestros orientales, y cuando encarnamos esa enseñanza.
Lo que está surgiendo ahora es una nueva forma de budismo occidental.
Permítame utilizar una analogía que me ayude a comprender: imagine que
un grupo de nosotros estamos en un viaje a la cima del Monte Everest, y
nos quedamos sin agua, el grupo al completo está sediento. De manera que
lo que hacemos es enviar a dos de las personas más fuertes a que se
adelanten con bolsas, para encontrar agua, y cuando ellos lo hacen, la
encuentran y la traen, beberíamos agua o no?
Por supuesto beberíamos, estaríamos locos si no lo hiciéramos. Pero
hasta cierto momento estaba estancado en el pensamiento de que todos
deberían hacer el mismo viaje que yo he atravesado. Para llegar a este
lugar, me costó 30 años de práctica diligente, y ahora ¿voy a ofrecer
esa agua a cualquiera en la calle, a alguien que nunca haya practicado
Zen?
Entonces encontré esta analogía, que fue utilizada por un maestro Zen
del siglo 9 ó10 y él decía, “no, tú sólo traes el agua de vuelta y les
dejas beber”, me di cuenta de que todos no tienen que atravesar el mismo
adversidad. Si ellos están esperando beber agua, ¿por qué no
ofrecérsela? El agua es la el despertar de la Gran mente, y yo lo estoy
ofreciendo como un proceso, no como un resultado final. Mi ofrecimiento
del agua no significa que el grupo deje de escalar hacia el Everest,
sólo significa que ahora ellos pueden continuar el ascenso. La meta no
era el agua, la meta es el viaje de la vida. En el budismo, el resultado
final no es el despertar, el resultado final es la manifestación del
despertar en la vida, una vida despierta. Cuantas más personas que vivan
en un estado de despertar compasivo es mejor para todos.
¿Cómo puede beneficiar Big Mind a no budistas?
Big Mind permite a una persona darse cuenta exactamente de lo que nos
impide, - a todos nosotros, con muy pocas excepciones- ser capaces de
percibir la verdad, o la realidad universal. Nosotros conocemos que el
principal obstáculo para la autorrealización es el ego, y el procesoBig
Mind permite al ego apartarse y renunciar a sus requisitos de control
sin miedo. He trabajado con hombres que están en consulta por abuso, y
hay una transformación sorprendente; ellos aprenden a tomar completa y
total responsabilidad de sus acciones y de las consecuencias de las
mismas. Es realmente asombroso. Big mind ofrece nueva forma a
terapeutas, así como a aquellos que enseñan y en las profesiones de la
salud de trasformar totalmente lo que hacen. Permite a las personas
continuar en su camino, cualquiera que sea, pero desde una perspectiva
“no egoica”.
¿Puede una persona hacer Big mind sólo, por su cuenta?
Esto es algo que puede hacerse en la práctica personal, pero la primera
vez, tengo que dirigir yo el proceso. Entonces yo trabajo con la persona
hasta que aprenden a hacerlo ellos mismos, son capaces de apartar al
ego cada vez que lo eligen. Parece que funciona maravillosamente tanto
cuando lo enseño de uno en uno, que en grupo. Creo que el grupo más
grande con el que he trabajado fue en Alemania, donde había entre 70 y
80 personas, virtualmente nuevas en el Zen. Ellos vinieron, y en más o
menos una hora, lo tenían. Todo lo que tienen que hacer es estar
dispuestos a participar.