viernes, 11 de julio de 2014

Mario Benedetti

¿Qué planes tienes para hoy?

 
Esta mañana desperté emocionado

con todas las cosas que tengo que hacer

antes que el reloj sonara.

Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante.

Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener.

 

Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso

o puedo dar gracias porque las plantas están siendo regadas.

 

Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero

o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan

a planear mis compras con inteligencia.

 

Hoy puedo quejarme de mi  salud

o puedo regocijarme de que estoy vivo.

 

Hoy puedo lamentarme de todo

lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo

o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.

 

Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas

o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.

 

Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos

o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir
 
nuevas relaciones.

 

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar

o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.

 

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela

o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos
 
conocimientos.

 

Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores
 
del hogar o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi
 
mente y cuerpo.

 

Hoy el día se presenta ante mí esperando a que yo le dé forma y aquí
 
estoy, soy el escultor.

Lo que suceda hoy depende de mí, yo debo escoger qué tipo de día voy
 
a tener.

Que tengas un gran día… a menos que tengas otros planes.

 

Mario Benedetti    

 

jueves, 10 de julio de 2014

El Poder Divino

¿ Qué es el Poder?

 Normalmente entendemos como Poder, la capacidad que tenemos para dominar, manejar, manipular una situación, cosa o persona.
 También lo relacionamos con la fuerza, el empuje, el coraje, solvencia, riqueza material, capacidad de mandato o liderazgo. Todo esto, es Poder Personal, y las personas que lo poseen, lo utilizan para sus propios intereses personales al servicio del ego. Utilizan esta energía para perseguir y conseguir todos los deseos mundanos, fama, riquezas materiales, dominación personal, en definitiva satisfacer los anhelos y requerimientos que vayan surgiendo en sus conciencias.

 Este no es el Poder del que nos hablan los Maestros de Sabiduría, ellos nos enseñan el verdadero Poder interno, que no sirve al ego, sirve a Dios, y consiste por lo tanto en “ hacer la voluntad de Dios” para poder volver a casa, a la felicidad plena, a la luz.

 Todos los seres tenemos una meta común, la búsqueda de la felicidad, pero erramos en el intento de hallarla, pues nuestra atención, debido a la ignorancia, se centra de forma equívoca en los objetos equivocados como indicábamos con anterioridad, proyectando nuestra conciencia siempre al exterior.

 La verdadera felicidad no se halla fuera, en los objetos mundanos, esto nos lo han comunicado todas las religiones y maestros espirituales de todos los tiempos. Personas poseedoras de grandes fortunas, poder y con fama mundial, han sido víctimas de depresiones, adicciones de todo tipo indicando que la riqueza material no es sinónimo de Felicidad, del mismo modo la pobreza y la escasez de recursos tampoco es la solución ni te la garantiza….. entonces....

 ¿ de dónde viene?
 La Felicidad es una estado de conciencia, una energía de alta frecuencia, que está dentro de nosotros. Si pretendes realizar tus deseos para ser feliz, vas mal, primero sé feliz, solo así podrás realizarlos.
La energía de la felicidad es la más poderosa del mundo, porque la felicidad es el amor en su más elevada vibración.
 La causa de buscar fuera lo que tenemos dentro, es la Ignorancia, de tener la conciencia fragmentada, de la percepción de separación, una visión distorsionada y falsa de lo que realmente somos y de lo que hemos venido a hacer aquí. Somos seres de Luz y Perfección Divina, y encarnamos en cuerpos físicos para mostrar esa Luz, experimentamos y aprendemos las lecciones en estas escuela que llamamos Tierra, hasta que nos graduemos y accedamos a la Universidad (estados de conciencia más elevados). Nos graduamos cuando integramos en nuestro ser la mayor de las lecciones, cuando aprendemos el AMOR INCONDICIONAL.

Ese es el motivo de nuestras sucesivas reencarnaciones, son oportunidades que se le otorga al Alma, para seguir evolucionando y progresando en la escuela de vida, y llegar a tan hermoso estado, el AMOR.
 Para hacer la voluntad de Dios, primero debemos conocerla, ¿ qué es?

 Es “ traer el Cielo a la Tierra” traer la perfección al aquí y al ahora.
¿ Cómo se consigue traer el Cielo a la Tierra?

A través de nosotros, mostrando la Luz que somos, todas las cualidades y virtudes divinas que atesoramos en nuestros corazones, ya que somos seres divinos y creadores de nuestra realidad y nuestro mundo. Dejando manifestarse al Ser Crístico que forma parte de nosotrosy hacer real  el principio hermético que nos legara Hermes Trigegisto en la Ley Universal que dice: “ como es dentro, es fuera” Si soy Luz, Paz y Amor, entonces en mi mundo solo puede existir esa realidad.

 Imagina ahora millones de almas mostrando su Luz, eso es El cielo en la Tierra, la Voluntad de Dios. Volvamos ahora a tratar el tema de la Voluntad, pues es de suma importancia. La Voluntad es una característica del Poder interno y es la fuerza que posee una Alma para iniciar algo en un momento dado.

Cuántas veces hemos dicho “ no tengo fuerza de voluntad” o “ tengo una voluntad de hierro”, la Voluntad es la fuerza que inicia toda creación junto a la Intención, es tomar la decisión  firme de iniciar algo. El deseo, la intención es el motor de la creación.
 En este caso, es el “ deseo de hacer la Voluntad de dios” y no nuestros deseos personales. Necesitamos recuperar nuestro Poder interno expandiendo nuestra conciencia, ganando en sabiduría para poco a poco ir renunciando a los deseos del yo inferior, nuestra personalidad, y entregarnos a los anhelos de nuestro YO SUPERIOR, nuestra naturaleza divina, todo ello en un proceso evolutivo, cada uno a su ritmo, sin forzar, para que todo surja de forma natural con la práctica espiritual.

 Muchos grandes Maestros orientales dicen que hasta que no tengamos integrada la Renuncia en la conciencia, no estaremos realmente en un camino espiritual.
 Cuando uno recupera su Poder interno, entonces deja de interesarse por los deseos de la personalidad para entregarse a la Voluntad Divina. Hasta entonces el Poder lo tienen las emociones y la mente inferior que llevan las riendas de nuestro Alma.
 La renuncia no es abandonar amigos, familia, trabajo, dejar de disfrutar de las cosas y retirarse a la montaña más alta del Himalaya a orar y meditar. ¡NO!,
La Renuncia es  Comprensión , es una pequeña Iluminación, de que satisfacer los deseos egoícos no es el camino, porque los deseos mundanos es como beber agua salada, cuanto más bebes, más sed tienes, uno se siente “feliz” al conseguir su deseo, pero es efímera y pasajera esta felicidad y deja un vacío interior, que necesitará de una nueva meta a lograr, y así objetivo tras objetivo, deseo tras deseo nos perdemos encarnación tras encarnación .

La Renuncia es comprender que hacer la Voluntad de Dios, es el camino de vuelta a casa, a la verdadera Felicidad. Por eso en la frase “ Padre hágase tu Voluntad y no la mía” aquí Jesús muestra renuncia, una rendición del yo inferior a nuestro Yo Crístico, aunque esta frase no es real porque cuando entras en el Uno, no hay tuyo o mío, grande o pequeño, no hay dualidad, porque todo es Uno, y Cristo era uno con Dios.

También podríamos definir la Renuncia como “ estar en el mundo sin pertenecer a él”
  La Fe es otra característica del Poder interno, porque para hacer la Voluntad de Dios hace falta Fe.
 La Fe siempre indica distancia, porque no puedo ver, ni sentir de ninguna forma aquello en lo que tengo Fe.

Esa distancia es dogma de Fe, es una Fe pasiva y falsa , que no produce una auténtica revolución espiritual interna, porque no hay una voluntad firme para encontrar respuestas a nuestras preguntas más trascendentales, las aceptamos como dogmas de fe, porque nos lo han dicho, leído e incluso estudiado, hemos crecidos con ellas culturalmente, y las hemos aceptado sin más.
 Esta Fe es sinónimo de Esperanza, y cuando decimos que tenemos Fe en Dios, Jesús, en los Ángeles, Maestros Ascendidos ,pero no tengo la voluntad de ir más allá de esta creencia, esta Fe es Esperanza de que en realidad existan. Siempre puede venir alguien, con don de palabra y versado en muchos temas religiosos, espirituales, históricos y desmontar nuestra creencia o como mínimo sembrar la Duda.

 La Fe activa es la que te lleva a experimentar lo que no se conoce, lo que no se ve ( las creencias) porque en este caso sí hay voluntad y aquí la Fe se convierte en Certeza. La certeza es la reafirmación de la Fe que a través de la voluntad hemos obtenido. Esta es la Fe que mueve montañas, porque es la certeza absoluta de algo en lo que creía, de un resultado, de un logro o meta en la vida, de la existencia de Dios etc….. ´

Está libre de temor y duda, entonces ya nadie podrá venir con argumentos sólidos basados únicamente en la razón y la lógica y hacernos dudar, porque Tú ya No Crees, Tú Sabes, y ese Saber es Poder. YO PUEDO PORQUE SE Y SABER ES PODER. Esa es la Sabiduría y el camino para llegar a ella, el resto son creencias, conceptos intelectuales que sirven para encandilar a aquellos que nadan en la superficie, pero que en el fondo no producen cambios internos en el Ser.

José Manuel Alarcón Solar