domingo, 16 de julio de 2017

Cuento Gnóstico


Cuento Gnóstico 


Érase una vez, un Reino en el que vivía un Dios cuyo nombre era Nada. Era un Reino en el que no existía tiempo, espacio ni forma por lo que éste Dios era Nada y Todo a la vez en un Mundo sin fin. 


En la más absoluta Eternidad decide que quiere contemplarse a sí mismo, y emana de su propio Ser un gran espejo en el que pueda verse reflejado, y es entonces cuando contempla su propio y divino rostro con muchos matices y aspectos de sí mismo. 

Uno de sus aspectos preferidos era la Sabiduría. También podía admirar su infinito Amor y ganas de compartirlo. 


Este aspecto de su propia imagen, la Sabiduría le dice que contemplarse por toda la Eternidad en este espejo será un juego bastante aburrido y le propone otro más divertido: jugar al escondite rompiendo el espejo en infinitos pedacitos y crear un lugar muy alejado y oscuro donde estos reflejos se olviden de su procedencia pero sientan el impulso de volver a su origen y unirse de nuevo. 


Entonces, Sabiduría hace que esta idea de un lugar lejano y oscuro se haga realidad y aparece ante sus ojos una figura de aspecto tosco, rudo, de enormes y fuertes brazos pero de escasa inteligencia, acompañado de unos pequeños seres que llevaban material de construcción. 


Le puso el nombre de Demiurgo y a sus secuaces Arcontes. Les contó el juego al que iban a jugar explicándoles: 


Sabiduría: 

- Crearéis un mundo hecho a vuestro nivel, rudo tosco, imperfecto, donde estos pedacitos de espejo, reflejos del Todo-Nada, se olviden de cuál es su origen. 


El Demiurgo que no entendía el juego preguntó: - ¿con qué propósito? 

Sabiduría: 

- Para que el Dios Todo-Nada se pueda experimentar a sí mismo, es necesario la dualidad, sin dualidad no hay Creación, para ser consciente de la Luz, aparece la oscuridad, por lo que crearás el tiempo, el espacio y la forma, y en esta forma esconderemos los pedacitos de espejo que se olvidarán de su verdadera esencia divina pero sentirán la necesidad y el impulso de liberarse de su esclavitud. 


Demiurgo -¿ y cómo lo harán entre tanta oscuridad? 

Sabiduría:

 - Aparecerán trocitos de espejo que se habrán liberado de la ilusión de la forma, y serán el reflejo viviente del Todo, los demás podrán mirarse en esos espejos liberados de sus
ataduras terrenales y ver su naturaleza divina y recordarán su esencia y todo su potencial. El Todo les podrá nombre tan hermosos como Jesús, Moisés. 


Demiurgo: ¿ y cuál es mi misión? 

Sabiduría: 

Hacerte pasar por el Dios verdadero y que adoren todo lo que tú representas, el mundo material hasta que deseen con todas sus fuerzas encontrar al verdadero Dios que residen en su interior y descubran todo el Amor, Sabiduría y demás aspectos divinos que poseen y gozar de una vida Eterna llena de Luz, se cumpla el propósito de la Creación y pueda comenzar un nuevo juego que dure infinitamente. 

 José Manuel Alarcón Solar